La chica comenzó a llorar. Fue como estar unidos por un cordel. Me sentí como ella de inmediato, sentía pena porque ella también la sentía. Una vez más compartíamos los mismo sentimientos.
Nos despedimos. Mi intención era dejar sentirse triste, una cosa básica de respeto emocional.
Llegué a mi casa y el peludo entendió de inmediato que algo pasaba. Se acercó sin invadir, me babeó el pantalón, pero se sentó a mi lado, y se dejo acariciar. - Zooterapia - pensé.
Sonó mi teléfono "The sun is up, I'm so happy I could scream". Se habían perdido, me costó ayudarlos a orientarse. Se rió, mucho. Me dió gusto aquello. Siguió mis instrucciones, nos despedimos de un modo poco habitual, falto algo de ternura.
Al rato volvió a llamar. "The sun is up, I'm so happy I could scream". Me sentía igual de extraño, que en la tarde, antes de que ella llorara. Me dijo que todo estaba bien, gracias, nos despedimos normalmente. Y ahora me siento mejor.
Con ella todo era perfecto. "Lo importante es que exista conexión". "No tenias que preocuparte si te sudaba la mano, sólo te dabas cuenta de que estabas muy a gusto, de verdad." Era guapísima.
Ahora me voy a dormir.
